El encuentro debía de jugarse en el estadio Faisal Al-Husseini, en la localidad palestina de Al-Ram, pero ahora se disputará en Jeddah, en Arabia Saudí, después de que Palestina aceptase la petición saudí a cambio de jugar la vuelta en su estadio.
Para jugar en Al-Ram, el combinado nacional de Arabia Saudí habría tenido que viajar a través de los puntos de control operados por Israel, un país que con el que no mantiene relaciones diplomáticas.
"Arabia Saudí pidió a la Asociación Palestina mover el partido a su país. Los saudíes dijeron que tenían algunas condiciones excepcionales y que no podrían visitar Palestina en este momento", apuntó Tayseer Nasrallah, portavoz de la Asociación Palestina de Fútbol a la agencia 'Reuters'.
Nasrallah confirmó que aceptaron el cambio "a condición" de que el partido de vuelta, programado para octubre, sí se jugase en suelo palestino. "El acuerdo fue alcanzado en base a esta comprensión", añadió. "Hemos insistido a nuestros hermanos árabes sobre la importancia de que apoyen el derecho de Palestina a albergar partidos", sentenció.