El PSG salió al campo con la motivación que le dio el empate del segundo clasificado de la liga francesa, el Mónaco, que permitía cantar el alirón a falta de ocho jornadas. Lo hizo arrollando al colista de la competición doméstica, con tres goles en los primeros 20 minutos.
Si la primera parte fue síntoma de ganas de título, la segunda fue una demostración de hambre de un equipo que quiere todo. Ibrahimovic hizo un 'hat-trick' al hilo en los diez minutos siguientes al descanso, alguno de ellos marca de la casa. La impotencia del último clasificado la personificó Saunier anotándose el séptimo en propia meta.
A un cuarto de hora del final, Karaboué cometió penalti y dejó a su equipo con diez por roja directa, con Cavani firmando un doblete en el rechazo de la pena máxima. Ibrahimovic cerró la victoria y el título completando su 'poker' particular, que le hacen aún más 'pichichi' con 27 tantos.
El equipo capitalino dominó la competición doméstica con mano de hierro, y ahora su reto es Europa. De esta manera, los parisinos alzaron su cuarta liga gala consecutiva, sexta en la historia del club -1985-86, 1993-94, 2012-13, 2013-14, 2014-15 y 2015-16-.