"Estoy aquí porque me habéis pedido que salga por la reacción desmesurada y la burbuja que se ha generado tras el partido de ayer. Yo nunca en un terreno de juego, ni antes, ni ahora, ni nunca, iré a hacer daño a un compañero, a un jugador", esgrimió en rueda de prensa.
Así, no pidió perdón a Messi pues defiende que no fue adrede el pisotón. "Aquella acción (en alusión a su pisotón a Messi) fue una jugada puntual en un partido. Tan puntual como la jugada en la que Arda me dio en la cara en otro momento del partido", argumentó.
También se las tuvo Pau en varios momentos con Luis Suárez. "Nos dijimos cosas, pero al acabar el partido todos somos compañeros de profesión, todos, y se acaba la historia. Yo tengo que decir que es el partido que dentro del campo mejor me lo he pasado en los últimos meses. Disfruté como un niño a nivel futbolístico", se sinceró.
"Si no quisieron darme la mano es su problema. Cuando termina el partido, se acabó", espetó sobre el hecho de que ni Suárez, Mascherano u otros jugadores del Barça quisieran darle la mano al final del choque. Por otro lado, no quiso comentar las declaraciones de la 'maravillosa minoría' de Piqué. "A Piqué le gusta que hablen de él y no va a encontrar respuesta en nosotros", alegó.