El conjunto dirigido por Diego Merino se ha alzado al final de la temporada con un histórico doblete tras proclamarse en mediados de abril campeones del grupo 5 de la División de Honor, dejando a cero a 'La Fábrica' merengue que no ha vivido su mejor año.
Vigilados por el seleccionador Sub-21, Albert Celades, Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, y de Felipe Miñambres, director deportivo del Rayo Vallecano, máximas representaciones de ambas entidades, el delantero franjirrojo Uche se encargó de estrenar el marcador para cortar de raíz la iniciativa ofensiva del equipo blanco, muy volcado en ataque y con Borja Mayoral, referencia por su capacidad anotadora a lo largo de este curso, estrellando un balón en el larguero.
La respuesta del conjunto dirigido por Ramis, que no cedió en ningún momento su iniciativa e imprimió un ritmo veloz al partido, no se hizo esperar y seis minutos después el central Philipp Lienhart empataba el encuentro antes de llegar al descanso.
Los merengues pagaron en el segundo periodo el esfuerzo y acusaron el cansancio ante un Rayo que se sentía más cómodo a cada minuto que pasaba. Esa superioridad manifiesta que fue tomando la entidad vallecana la certificó Quique con un gol que ponía al Madrid a remar a contracorriente.
Desesperado por la pegajosa marca de Clavería, Borja Mayoral fue expulsado en la recta final tras un encontronazo con el central franjirrojo. Instantes después, el mismo Clavería provocó un penalti tras tocar el balón con la mano para salvar un gol de Kuscevic.
En esa tesitura, y con la opción de mandar el partido a la prórroga, el guardameta Javi Ruiz se agigantó bajo palos para detener la pena máxima lanzada por Sergio Molina y convertir, de esta manera, al Rayo Vallecano en campeón de la Copa de su Majestad el Rey.