El jugador, que ha sido suspendido de sueldo durante cuatro semanas por mala conducta por esa acción, considera, según la 'BBC', que ha sido atacado en su honor por el entrenador italiano y está estudiando la posibilidad de acudir a los tribunales.
El delantero tiene 14 días para apelar esta decisión y si el club no atiende su petición, podría tomar medidas contra su entrenador, considerando falsas sus acusaciones.
Mientras, desde el club aseguran que "no se están considerando ofertas" para traspasar al delantero, que tiene contrato hasta 2014, se entrena en solitario y no juega desde hace más de un mes.