"Llevaba tiempo trabajando muy duro, más de dos años, y sobre todo durante las seis últimas semanas, sin coger vacaciones, pero aquí está la recompensa. Por eso hoy estoy feliz y tengo que agradecérselo a mi familia y a todo el equipo que me rodea, sobre todo a Callaway, mi patrocinador. Sólo ellos saben lo mucho que me ha costado llegar hasta aquí", indicó Larrazábal.
El español se mostró exultante con este título --su anterior victoria en el Circuito fue en 2011 en el BMW International Open celebrado en Múnich-- y sobre todo por haber superado a dos de los mejores golfistas del mundo en un igualado final. "Todavía no me lo puedo creer. Estoy muy contento. He peleado hasta el final delante de dos pedazos de jugadores como Rory McIlroy y Phil Mickelson", señaló el barcelonés tras imponerse al norirlandés y al estadounidense por un golpe.
El catalán, que comenzó la última jornada a tres golpes del liderato, estaba muy satisfecho con el juego que desplegó este domingo. "Ayer le pegué muy bien, pero hoy incluso mejor. El 'birdie' del hoyo 13 me dio mucha confianza y me hizo ver las posibilidades que tenía de ganar, aunque sabía que iba a necesitar alguno más. En el 18, consciente de que todo dependía de mí, he pegado una gran madera cinco en todo el centro. Ha sido uno de los mejores golpes de mi vida", destacó.
Con este triunfo, el golfista barcelonés se sitúa en el decimosegundo puesto en la clasificación para la Ryder Cup, un objetivo que de momento no le preocupa demasiado. "No quiero pensar en la Ryder Cup, sería presionarme mucho. Ahora toca ir poco a poco y examinar bien mi calendario", concluyó Larrazábal.