Guillermo Rodríguez se queda con el diploma en arco compuesto

del enviado especial de EUROPA PRESS, Ramón Chamorro 03/09/2012 18:26

"Tuve la final al alcance, lo lloro"

El arquero español Guillermo Rodríguez finalizó en el cuarto puesto de la modalidad de arco compuesto de los Juegos Paralímpicos de Londres, tras perder sus dos últimos cruces este lunes, donde la climatología le jugó una mala pasada y le alteró el material.

El gallego se tuvo que conformar con un agridulce cuarto puesto, que no empaña su gran actuación. Situado el decimotercero en la calificación, fue eliminando rivales hasta colarse en la penúltima ronda, donde sus obstáculos no eran otros que los tres mejores de la ronda inicial. Rozó la medalla en las semifinales, y tras caer no tuvo tantas opciones en la lucha por el bronce.

Su rival en las 'semis' era el estadounidense Matt Sutzman, desprovisto de brazos desde su nacimiento y que se ayuda de su boca y de los dedos de los pies para lanzar la flecha. El americano había sido mejor en la ronda de clasificación y partía como favorito, pero el ferrolano, que entró "tenso y nervioso", le tuvo contra las cuerdas.

El español, que confesó al término del cruce que el excesivo calor que reinó en la capital londinense había afectado a su arco, provocando que tuviera demasiados "ochos por la izquierda" y que el arco no sonara "fino", comenzó preciso y dominó 2-0 y 4-2. Stutzman reaccionó para igualar a cuatro, y en la siguiente manga clavó tres dieces para deshacerse del gallego.

"Le había visto en un Preolímpico en Stoke Mandeville y me sorprendió su calidad técnica. Es un prodigio, su discapacidad supera la de cualquiera, con un pie mantiene la tensión, flexibilidad y coordinación. Le veo como mi hijo, un ejemplo a seguir, con la cantidad de vagos que hay en el país, pero le pude haber ganado", elogió al término del cruce Rodríguez.

Poco después, tampoco tuvo fortuna ante el turco Dogar Hanci, que le derrotó con mayor claridad por 6-2 y le privó de un bronce, aunque el español, entrenado por Irene Cuesta, hermana del olímpico aquí hace unos meses, Elías Cuesta, se llevó un preciado diploma.

"Este fue inapelable, pero el otro lo tuve al alcance, lo lloro. Este cuarto sabe un poquito a poco, la climatología jugó malas pasadas en la ronda de calificación con vientos, fríos y agua, y yo vengo de un verano cálido en España y esto ha sido el 'cabo de los miedos", lamentó el del Ferrol, que practica este deporte desde 2005.

Así, recalcó que la climatología que mejor le venía era "la del domingo y la del sábado", días en los que superó los cruces para plantarse brillantemente en las semifinales. "No esperaba este día, el material tiene unos parámetros de dilatación y el aluminio es un buen conductor de calor, y condiciona que el punto de enfleche varíe", señaló.

"Estoy orgulloso, soy el primer diploma paralímpico, pero podría haber sido medalla, lo he tenido. No contaba con estar aquí, pero a medida que avanzó la competición me veía muy bien. El día, con lo bonito que es, me vino a estropear las medallas", sentenció.