Yagüe reconoció que en el combate contra la cabeza de serie número uno del torneo "no hubo opción". "La china vino bastante fuerte, cambió la forma de tirar las patadas y eso me volvió loca, no sabía por dónde tenía que tirarle", una situación que dejó el marcador en 7-1 a favor de la asiática.
Sin embargo, Yagüe se va de Londres con el objetivo cumplido de lograr el podio que le había sido esquivo en Atenas, donde había quedado eliminada en primera ronda, y sobre todo, tras la decepción de no poder ir a Pekín por una lesión: "Aquí cualquier medalla sirve, ha sido cuatro años muy duros, de aguantar lesiones, de ir cuidándome al 100 por ciento, me costaba mucho llegar al 100 por ciento a los campeonatos y este año ha sido muy difícil", dijo.
Así, tras una temporada de "varias lesiones continuas", la mallorquina pudo, "por lo menos, entrenar tres meses seguidos para preparar los Juegos", una oportunidad que la condujo a una plata resultado de la "continuidad". "He podido estar al 100 por ciento. Creo que hoy he estado al 100 por ciento, pero la china ha estado al 200", añadió.
AGRADECIMIENTO
Con una camiseta en la que agradecía a quienes habían estado a su lado, especialmente a su marido, el también taekwondista Juan Antonio Ramos, la medallista se esforzó en ver en lado positivo a la derrota: "Tenía una dedicatoria, que había pensado si ganaba el oro, no ha sido el mejor momento, cuando acabas de perder un combate, pero la camiseta se saca porque la plata está bien".
"Ahora creo que estoy un poco decepcionada por el tipo de combate que ha pasado en la final, pero después de unos días me daré cuenta de que un plata olímpica no la consigue cualquiera", confió tras una final que podría ser la última, ya que no sabe todavía si irá a Río. "Nunca se sabe, ahora sólo pienso en vacaciones, en recuperarme de las pequeñas lesiones que tantos problemas me han dado este año y quién sabe, de aquí a Río queda mucho tiempo, pero ahora pienso en formar una familia y después de dos años antes me prepararé para Río, lo más seguro".