La Copa del Rey ya tiene dueño. El Real Madrid de Pablo Laso consiguió su 27 título copero tras imponerse por 97-95 en la final ante el Valencia Basket. Fue una final para el recuerdo, muy igualada y con jugadas de una gran calidad. Todo se decidió en un último cuarto que fue la guinda a una de las mejores finales de la Copa del Rey que se recuerdan.
El partido, 22-16, 47-45, 74-71 y 97-95, dio la Copa del Rey a un Real Madrid que ya lleva cuatro consecutivas. Un dominio casi dictatorial el del equipo blanco en las últimas ediciones coperas, algo que no se veía desde hace ya 34 años. Y lo hizo a la épica, con un triunfo muy ajustado y sufriendo hasta el último segundo, en el que el Valencia tuvo la victoria con un tiro de tres en el que la muñeca de Van Rossom no estuvo acertada, para la desgracia del Valencia.
Llull y Randolph fueron los mejores del partido. El segundo, quien entró por sorpresa en el quintento inicial de Laso, fue el mejor del Real Madrid en los comienzos del encuentro. El ala-pívot tuvo un primer cuarto pletórico, en el que pudo anotar nada menos que 10 puntazos. Unos comienzos que hacían presagiar que el MVP sería suyo, de no ser por la brillante actuación que tendría después Sergio Llull. El base de Menorca estuvo especialmente inspirado en tiros de tres y fue la clave anotadora del equipo merengue. Merecido MVP de la final para él.