El de Jávea, séptimo cabeza de serie en París, donde fue finalista en 2013, apenas dio concesiones a su rival, después de firmar un partido muy sólido, pese a que no encontró nunca su mejor ritmo con el servicio (5 dobles faltas), aunque su rival apenas lo aprovechó.
'Ferru' sólo necesitó poco más de una hora y veinte minutos para deshacerse de un Lacko, incapaz de hacer daño desde el fondo de la pista al español, que no desperdició los más de 40 errores no forzados del centroeuropeo para estrenarse de forma plácida en la cita por excelencia en tierra batida.
Los problemas que el alicantino iba a tener con el saque se vislumbraron ya en el primer juego del encuentro. Ferrer perdió su servicio de forma clara, pero no significó un cambio en el guión previsto porque se llevó los siguientes seis juegos para cerrar rápidamente el primer parcial.
Lacko intentó oponer más resistencia en el segundo y logró mantener la igualdad hasta la mitad de la manga. Con 3-3, el de Jávea apretó para conseguir la rotura y posteriormente dejar el partido muy bien encarrilado con otra más.
La ventaja en el marcador y la facilidad del choque ni relajó a Ferrer ni mejoró el tenis del eslovaco, aunque este tuvo tres bolas de 'break' en el tercer juego para tomar ventaja. No aprovechó ninguno y el alicantino puso la directa para alcanzar las 300 victorias en tierra batida, el segundo jugador en activo en lograrlo tras su compatriota Rafa Nadal. En la segunda ronda se medirá al ganador del duelo entre su compatriota Daniel Gimeno y el brasileño Joao Souza.