La de Wu Han espera consagrarse por fin en Melbourne Park, donde jugará su tercera final, después de perder las dos disputados, la de 2011 ante la belga Kim Clijsters y la del año pasado ante la bielorrusa Victoria Azarenka, y sumar su segundo gran título tras el de Roland Garros de hace tres años; mientras que la de Bratislava afronta su primera gran experiencia y lo más lejos que había llegado eran las semifinales en París de 2009.
Li llega a la cita en buen momento y confiada en su mayor veteranía. La china, ganadora de ocho trofeos en su carrera, pasó un momento de apuro en la tercera ronda ante la checa Lucie Safarova, frente a la que salvó una bola de partido y ante la única que ha perdido un set en todo su caminar hacia la gran final.
A partir de ahí, la número cuatro del mundo recuperó su mejor versión y tan sólo concedió doce juegos en sus tres siguientes partidos donde se deshizo sin demasiadas complicaciones de la rusa Ekaterina Makarova, la italiana Flavia Pennetta y la canadiense Eugenie Bouchard.
Y tras romper el sueño de la joven norteamericana ahora tratará de repetirlo con una Cibulkova, sin embargo con más experiencia pese a su juventud (24 años). La eslovaca ha ganado tres títulos en su carrera y jugará reforzada por la solidez mostrada en este Abierto de Australia.
Así, la de Bratislava tampoco ha dado muchas opciones a sus rivales, al contrario que las de Na Li, de mucha más entidad. La centroeuropea, verdugo de Carla Suárez, a la que endosó un duro 6-1, 6-0, sólo ha perdido una manga, ante la rusa Maria Sharapova, a la que remontó en octavos. Desde ese partido, únicamente ha cedido cinco juegos, dejando en el camino a otros escollos de nivel como la pujante Simona Halep y la polaca Agnieszka Radwanska.
De todos modos, Cibulkova saltará a la Rod Laver Arena con la losa anímica de una estadística negativa contra la jugadora china que la ha ganado en sus cuatro anteriores enfrentamientos, ganando únicamente un set, en la tierra batida del Mutua Madrid Open de 2010. La última vez que se vieron las caras fue el torneo de Canadá, en pista dura, con victoria por 7-6, 6-2 para la asiática.