El portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios, Amadeu Altafaj, ha respondido con un doble y escueto "no" a sendas preguntas sobre la posibilidad de que el riesgo de impago comience a afectar a la refinanciación de la deuda de otros Estados del euro y sobre las aparentes divergencias entre Alemania y sus socios. Altafaj se ha referido en todo momento a la declaración emitida el pasado viernes por el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, en coordinación con los presidentes del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, y del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet.
En el comunicado, que sigue siendo válido, "prueba que hay un frente común sin disensiones sobre la situación en Grecia y sobre la forma de actuar", afirmó el portavoz. La nota indicaba que la asistencia solicitada por Atenas tendría como base el programa de ajuste que actualmente negocian la CE, el BCE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) con las autoridades griegas.
Alemania condiciona su ayuda a "medidas más duras"
Merkel ha destacado que la decisión final podría tomarse en unos días, aunque ha apuntado que no será antes de que el FMI y el Gobierno griego elaboren un plan de recorte del déficit. "Debe ser negociado con calma, sangre fría y decisión", ha agregado. "Alemania ayudará si las condiciones adecuadas se cumplen", ha insistido la canciller alemana, quien además destacó la "enorme obligación" que siente el país germano con la estabilidad del euro.
En este sentido, Merkel ha resaltado que si Grecia esta preparada para aceptar medidas más duras, no sólo durante un año, sino durante varios, se dará "una buena oportunidad para asegurar la estabilidad del euro para todos nosotros".
La Bolsa griega cae un 2,86%
La Bolsa de Atenas ha cerrado con una caída del 2,86% y la rentabilidad del bono griego a 10 años se disparó hasta el 9 %, ante la incertidumbre sobre cuándo Grecia tendrá acceso al crédito de 30.000 millones de euros acordado por los países de la Eurozona. CGS