"El programa de Chipre va por el buen camino", señala la troika en un comunicado conjunto tras su visita a Nicosia entre el 29 de octubre y el 7 de noviembre.
Todos los objetivos fiscales se han cumplido "con un margen considerable", lo que a juicio de los inspectores refleja "la ambiciosa consolidación fiscal que se está llevando a cabo, una ejecución presupuestaria prudente y un deterioro de la actividad económica menos severo de lo que se había proyectado originalmente".
La troika cree además que las reformas estructurales están avanzando al ritmo adecuado y que ha habido "progresos significativos" hacia la recapitalización y reestructuración del sector bancario, lo que ha permitido relajar los controles de capital.
No obstante, "la situación económica sigue siendo difícil". El turismo y los servicios profesionales se han mostrado relativamente resistentes y la confianza mejora gradualmente. Además, la inversión extranjera nueva en el sector bancario es un signo positivo. Pero la necesidad de reducir el alto nivel de deuda del sector privado seguirá pesando sobre el crecimiento.
La economía chipriota "sólo empezará a recuperarse gradualmente en 2015, impulsada por los servicios no financieros", admite la troika.
Por lo que se refiere al sector financiero, los inspectores resaltan que el Hellenic Bank se ha recapitalizado con éxito con fondos privados, incluidos extranjeros, y sin ayudas públicas. El Banco de Chipre tiene un nuevo consejo de administración y consejero delegado y ha puesto en marcha un plan de reestructuración para recuperar la rentabilidad a medio plazo.
Además, se han consignado en una cuenta especial fondos para la recapitalización del sector de las cooperativas de crédito y no implicarán a los depositantes. Se ha nombrado un consejo de administración para el Cooperative Central Bank y se han completado ya 4 fusiones de 28 instituciones.