"Duele cuando de un sueldo de 1.000 euros te quitan 50 euros", asegura una empleada pública que lamenta la bajada del 5% de su sueldo. El Gobierno anunció el miércoles que, para reducir el déficit recortará los salarios de los trabajadores públicos este junio y los congelaría en 2011. Hoy el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha reunido con CCOO y UGT para explicarles su decisión.
"Si nosotros no hemos provocado la crisis, tampoco tenemos que pagarla", comenta a pie de calle una funcionaria. "Es triste que siempre paguemos los funcionarios"... "Somos el chivo expiatorio", sentencia otro trabajador público.
Este sentir es el que pretenden hacer llegar al Ejecutivo desde la central sindical independiente de funcionarios (CSI-CSIF), que ya prepara "movilizaciones para tomar el pulso" en las subdelegaciones provinciales del Gobierno para el próximo día 25, comenta Miguel Borra, secretario nacional de Formación. Sobre la posibilidad de una huelga general de los trabajadores de la función pública, Borra asegura que la tienen "muy latente".
Otros caminos
Desde el Gobierno no nos han convocado a la reunión de Moncloa, "a los mayores representantes de los funcionarios públicos", porque conocen nuestra postura, sentencia Borra. Consideran "graves, injustas y evitables" las medidas del Ejecutivo. Sostiene, Borra, que se podrían recortar gastos "cesando a los asesores de las Comunidades Autónomas y Ayuntamiento, recortando el número de Ministerios" o "controlando las empresas públicas que generan pérdidas".
Igualmente, desde los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, valoran las posibles respuestas y dejan la puerta abierta a la huelga general. De hecho, UGT ya ha convocado una huelga general del sector público para el dos de junio. EBP