España, en el abismo de la depresión económica

INFORMATIVOS TELECINCO 25/09/2009 13:01

Cita al grupo de investigación español RR de Acuña & Asociados, que afirma que la caída de la industria en España hará que la economía se contraiga en los próximos tres años, con un pico de pérdida del 11% en el PIB. Este pronóstico sombrío es claramente contrario a las declaraciones del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que considera que la recesión en España será más suave que en el resto de Europa. El grupo señala que el desempleo en España alcanzará un nivel comparable a los peores capítulos de la Gran Depresión.

Los trabajadores españoles suelen recibir el 50 o 60% de su salario anterior durante dieciocho meses después de perder su trabajo. Después, la guillotina cae. El Parlamento se ha apresurado a garantizar 420 € al mes para parados de larga duración, pero esto no evitará una crisis social si la situación se prolonga, afirma el periódico.

Por otra parte, el desempleo llegará a los 4,8 millones y puede subir incluso hasta 5,4 millones si la pérdida de trabajo en el sector servicios aumenta al mismo ritmo. Existe el riesgo creciente de una "década perdida" similar al malestar de Japón después de la burbuja del Nikkei.

Roberto Ruiz, experto en banca española, indica que los salarios caerán un 10% en términos reales para recuperar la competitividad perdida, imitando el modo de reducción de salarios visto en Alemania tras la reunificación. Según Ruiz, el gobierno español poco puede hacer para amortiguar la recesión. "El margen de maniobra en la política fiscal se ha agotado", afirma.

El coste de las prestaciones por el desempleo ha aumentado el déficit presupuestario. Zapatero ha ordenado a todos los ministerios reducir un 8% de los gastos discrecionales para ayudar a cubrir los vacíos dejados por el derrumbe de los ingresos fiscales. El mayor recorte es probable que caiga en la investigación y en grandes proyectos, como los trenes de alta velocidad.

Según The Daily Telegraph, la raíz del problema en España es que se unió a la unión monetaria antes de que su economía estuviera lista. La UEM redujo a la mitad las tasas de interés de los españoles de la noche a la mañana. El auge del crédito enmascaró una disminución constante de la productividad durante la última década, mientras los costes laborales unitarios en España aumentaron en cerca de un 30% frente a Alemania.

El Banco de España ha realizado esfuerzos heroicos para contrarrestar los efectos de la burbuja obligando a los bancos a dejar de lado las reservas adicionales, pero la magnitud del problema ha sobrepasado las defensas.

España ya no tiene la válvula de escape de la devaluación para recuperar cuota de mercado. No se puede recurrir al estímulo monetario de emergencia - como Suiza, Gran Bretaña, los EEUU y Japón están haciendo para prevenir la aparición de la deflación de la deuda. Los precios ya están cayendo a un ritmo del 1,2 %.

Los últimos datos del BCE muestran que el 60% de las empresas españolas han visto caer el acceso al crédito este año. La mayoría dice que se les ha negado su solicitud completa de los préstamos o líneas de crédito.

Extraña calma social

Por el momento, una extraña calma prevalece en toda la península Ibérica. No hay disturbios en la calle, aunque el desempleo juvenil ha alcanzado el 38%. Es difícil imaginar algo como el sangriento levantamiento de los mineros asturianos en 1934, la última vez que hubo tanta gente sin empleo.

Sin embargo, pocos culpan de la crisis sobre los efectos del euro. Hay un apoyo total, a la UEM, a diferencia de lo que ocurre en Francia y Alemania, donde una minoría pequeña pero ruidosa nunca ha aceptado la sabiduría de una Europa que sirva para todo el sistema.

La adhesión a la UE y el euro están estrechamente vinculados en la mente colectiva de España a la emergencia del país como una potencia europea moderna y dinámica tras el aislamiento embrutecedor de la dictadura franquista. Según el periódico británico, se necesitaría un gran trauma para romper ese vínculo.