FEVEC fija en 2011 el inicio de la recuperación del mercado de la vivienda, con una evolución lenta

AGENCIA EFE 06/06/2009 08:04

En los Desayunos de la Agencia EFE en la Comunitat Valenciana, en el hotel Westin, Durá considera que en los próximos tres años no se venderán viviendas si no están construidas debido a la falta de confianza del comprador, al contrario que las ventas sobre plano, habituales con anterioridad a la caída del sector de la construcción e inmobiliario.

Asimismo, expresa su confianza en que, una vez la vivienda está terminada, "se vende" aunque el proceso de venta sea más lento a consecuencia de las dificultades en obtener financiación.

A ello se une la "competencia" que los constructores y promotores tendrán en las entidades financieras, que actualmente disponen de "un montón de inmuebles" procedentes de la devolución de créditos y que tienen que vender.

La problemática de este sector se agrava si se considera a la costa, ya que acoge principalmente segundas residencias que también se ven afectadas por la crisis económica en los mercados emisores de turistas a la Comunitat Valenciana.

"Es un periodo de apretarse el cinturón y esperar a que esto cambie", manifiesta en relación al ciclo bajista del sector que en el primer trimestre de 2009 ha experimentado un descenso del 40% de viviendas en construcción, el consumo de cemento ha bajado un 50% y los proyectos presentados al Colegio de Arquitectos han descendido un 75%.

Durá reconoce la responsabilidad que han tenido los propios promotores en el encarecimiento del precio del suelo de los últimos años. "Ahí nos equivocamos", asegura.

"No lo tiene que pagar el Estado ni el resto de ciudadanos, es nuestra responsabilidad y, si lo hemos hecho mal, hay que asumirlo", manifiesta Durá, quien señala que en las épocas "duras y difíciles" únicamente sobreviven "los más profesionales".

En su opinión, "el empresario que sepa contener sus gastos y aguantar dos o tres años saldrá después con más fuerza", pero debe tener en cuenta que las rentabilidades "no van a ser las de antes", cuando el valor de las viviendas subía "por días".

Actualmente se están construyendo viviendas de promoción pública, que son "las únicas que se pueden vender en estos momentos", y proyectos de pocas viviendas en municipios pequeños y medianos.

Durá ha afirmado que la absorción de las viviendas en "stock" vendrá por la bajada de precios, que ya se ha llevado a cabo y que en un año puede disminuir dos o tres puntos más "pero no mucho más".

En cuanto al empleo, en los últimos dos años el número de trabajadores de la construcción en activo se ha reducido a la mitad, aunque la tendencia de aumento del paro ha comenzado a cambiar "influido" por el Plan E del Gobierno, que financia obra pública de gran consumo de mano de obra.

No obstante, el presidente de FEVEC opina que la bajada del paro en mayo a nivel nacional puede invertirse tras el verano, en los meses de septiembre u octubre, cuando coincidan la finalización de obras del Plan E y de la temporada turística.

Entre las medidas adoptadas por el Gobierno, Durá considera que la intención de eliminar la desgravación fiscal por la compra de vivienda a partir de enero de 2011 para las rentas superiores a 24.000 euros es una medida "de imagen" que solo tendrá como resultado "acelerar compras", y aboga por mantener el apoyo a la inversión en vivienda.

Sobre el papel de las entidades financieras en la crisis inmobiliaria, Durá indica que, dado que cuentan con mayor capacidad de análisis que una empresa mediana, deben estudiar al detalle que los proyectos que se les presentan sean realizables, independientemente de quién sea la persona que se lo propone.

Cuando en 2005 Durá previó la caída del sector, tuvo en cuenta que la oferta estaba superando la demanda real y que se iba a producir una saturación del mercado, pero no pensó en que las entidades financieras iban a tener también un papel protagonista.

Por eso, ahora asegura que la función de los bancos es "dar préstamos" tras analizar al cliente y la operación en sí.

Preguntado por el cambio de modelo económico, considerado necesario desde algunas organizaciones, defiende que evoluciona "por la propia sociedad" y que no lo modifican "ni los gobiernos, ni los sindicatos ni los empresarios".