El Gobierno espera que Brasil crezca hasta un 4,0% y pase lejos de la recesión global

EFE 05/02/2009 00:00

Sin embargo, el funcionario admitió que esa cifra depende de una serie de factores externos, la mayoría de ellos fuera del alcance de Brasil.

"Haremos un esfuerzo para que sea lo mayor posible, tenemos condiciones e instrumentos y esperamos que sea el 4,0%", dijo el ministro.

Afirmó que el Gobierno está usando "todos los instrumentos del Estado" para alcanzar esa meta, entre ellos el millonario Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), de inversiones públicas y privadas, instrumentos monetarios, aumento del crédito, reducción de costos financieros, tributarios y burocráticos.

"No vamos a tener recesión como otros países. No tendremos crecimiento negativo. La palabra recesión sirve para Estados Unidos, para los países de la Unión Europea y para Japón, pero no para Brasil", dijo.

Hasta hace pocas semanas el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y sus ministros insistían en que Brasil no sería afectado por lo que veían como una crisis limitada al sector financiero de Estados Unidos.

Pero, ayer el propio Gobierno informó que en diciembre la producción industrial del país sufrió la peor caída desde 1991 y en tan sólo un mes el nivel de actividad retrocedió cuatro años.

Ese ha sido el colofón de una serie de anuncios de despidos masivos y cancelamiento de millonarias inversiones privadas y fuerte deterioro de la cuentas externas del país.

"Me gustaría tener una bola de cristal para adivinar lo que va a suceder en la economía con toda esa volatilidad" dijo Mántega, acompañado de la ministra de la Casa Civil, Dilma Rousseff, y del ministro de Planificación, Paulo Bernardo.

Los ministros detallaron en una rueda de prensa en Brasilia un balance del PAC, al que calificaron como una política "anticíclica", que puede contrarrestar ciclos negativos de la economía.

También anunciaron un aumento de 142.000 millones de reales (unos 61.000 millones de dólares) al 2010 en las inversiones del PAC, en un nuevo esfuerzo por resistir los impactos de la crisis que frenó el crecimiento de 5,4% verificado en 2008.

Así, ese compendio de proyectos y planes sumará 646.000 millones de reales (unos 280.000 millones de dólares) en los dos años que le restan al Gobierno de Lula.

Mántega admitió que el escenario positivo "depende de una serie de factores externos y de programas de otros gobiernos", como el del nuevo presidente de EE.UU., Barack Obama.

Brasil también depende de la reacción de China ante el complicado escenario y de lo que va a suceder en el comercio internacional, dijo el ministro.

Lula admitió ayer por primera vez que la economía brasileña podría sufrir "una retracción" este año, en lo que ha sido su peor diagnóstico hasta ahora.

Mántega sostuvo que hasta septiembre pasado la economía de Brasil estaba creciendo a una tasa de 6,0% anual, lo que "fue un hecho muy positivo porque nos dio la retaguardia para desacelerar sin llegar al suelo".

Calculó que en el último trimestre hubo una desaceleración que se mantiene en este primer trimestre.