Lula sostuvo que Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay "supieron garantizar los puestos de trabajo durante la crisis internacional" que se desató en 2008 gracias a políticas adecuadas de empleo, que impidieron que las turbulencias financieras menguaran las plazas de trabajo.
En el acto, celebrado en el Palacio presidencial de Planalto, dijo también que "todo lo que está pasando en el Mercosur en materia social es apenas el comienzo de la reparación de muchas cosas que se perdieron por culpa de golpes de Estado o de políticas equivocadas, que causaron a los trabajadores unos perjuicios enormes".
Lula consideró que "el centro de la agenda de todos los Gobiernos, sobre todo en América Latina, debería ser ocupado por medidas que puedan garantizar fuentes de trabajo a toda la población".
No obstante, aclaró que "ese trabajo debe ser ejercido con todos los derechos", pues "el trabajo digno es la llave de la cohesión social de una verdadera democracia" y "no sólo genera riqueza, sino que también es fuente de derechos y de dignidad".
El presidente brasileño, cuyo país ejercerá hasta fin de año la presidencia rotativa del Mercosur, valoró que el bloque ha comenzado a debatir políticas que se adapten al concepto de "trabajo decente" que promueve la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
"La cuestión del empleo y del trabajo decente precisaba ser parte de la amplia agenda social del Mercosur y eso felizmente ha empezado a ocurrir", declaró Lula, quien comenzó en la política en el mundo sindical.
Según el gobernante, uno de los cambios más importantes que se han dado en el Mercosur en los últimos años es la incorporación de los sindicatos a las discusiones del bloque.
"Teníamos a los presidentes, a los Gobiernos y a los empresarios, pero nos faltaban los trabajadores", afirmó.
Lula incluso sugirió que el "ejemplo" del Mercosur sea adoptado por otros bloques o mecanismos, entre los que citó el G20, en el que dijo que debería "haber una representación de la central que agrupa a los sindicatos" del mundo.
"En el G20 se discute de todo, pero si no hay alguien para alzar la voz por los trabajadores, se discute todo menos eso", afirmó.
En el acto también intervino el ministro de Justicia y Trabajo de Paraguay, Humberto Blasco, quien aseguró que el Mercosur, "gracias a los Gobiernos que rigen actualmente los destinos de sus naciones, ha dejado de ser un simple acuerdo comercial, para tener un rostro más social".
Según Blasco, cuyo país en diciembre próximo recibirá de Brasil la presidencia rotativa del bloque, "la verdadera integración que se propone este nuevo Mercosur pasa por la verdadera integración de sus trabajadores, sus sindicatos y sus empleadores".