Obama saca adelante su reforma financiera

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 15/07/2010 19:21

El Senado de Estados Unidos ha dejado lista para la firma del presidente Barack Obama la mayor reforma financiera desde los años treinta, que expande el poder del Gobierno sobre la banca y establece nuevas protecciones para los consumidores.

El texto, aprobado en el Senado por 60 votos a favor y 39 en contra, cambiará la forma como la banca funciona y, según muchos observadores, supondrá la mayor expansión de poder gubernamental sobre el sector financiero desde la Gran Depresión.

La iniciativa, que ha costado meses de intensas negociaciones y duras presiones del "lobby" bancario, busca evitar los excesos y abusos que condujeron a la crisis de hace dos años y que hicieron tambalear al sistema financiero mundial.

"La temeridad y la irresponsabilidad de algunos sectores de Wall Street acabaron por infectar a la economía en su conjunto, una irresponsabilidad que provocó la pérdida de millones de puestos de trabajo y la pérdida de los ahorros de millones de ciudadanos", ha asegurado Obama.

El mandatario estadounidense se ha congratulado, por tanto, por la aprobación de la reforma, que no solo supondrá el fin de los "abusos" del sector, sino que establecerá la "mayor protección del consumidor" de la historia.

"Esta reforma acabará con las prácticas abusivas y sin escrúpulos de los prestamistas, acabará con los subidas injustas de los tipos de interés en las tarjetas de crédito, y con las comisiones inesperadas en las cuentas bancarias", explicó el gobernante.

La ley reforma todas las áreas de los mercados financieros, desde cómo los consumidores obtienen sus hipotecas y las tarjetas de crédito, a cómo el Gobierno puede desmantelar una firma financiera que ha entrado en quiebra.

No obstante, cuando Obama estampe su firma en el texto, el trabajo de reforma no habrá concluido, pues la ley tendrá que ser desarrollada con 533 reglamentos elaborados por las agencias reguladoras.

En términos generales, la ley establece por primera vez una regulación de los derivados, unos mercados muy sofisticados que se situaron en el ojo del huracán durante el derrumbe financiero.

Además, se establecen muchos límites a la banca, entre ellos el de usar su propio dinero para invertir junto a sus clientes en mercados especulativos y se les impone exigencias más duras a la hora de calibrar el riesgo o reforzar su capital. EPF