La UE confía en que el rescate financiero a Irlanda calme a los mercados

AGENCIA EFE 22/11/2010 08:44

Varios ministros europeos y representantes de las instituciones comunitarias se afanaron durante la jornada de hoy por transmitir ese mensaje de tranquilidad y de confianza en las medidas adoptadas hasta ahora por España y Portugal para neutralizar este riesgo.

Las causas de los problemas en otros países "son completamente diferentes, por lo que no veo una contaminación del actual problema irlandés", afirmó el secretario de Estado alemán de Exteriores, Werner Hoyer, en una declaraciones efectuadas al llegar al Consejo de Ministros de la UE.

La Comisión Europea, por su parte, consideró un "grave error" comparar la crisis en Irlanda -marcada por la delicada situación de sus bancos- con la de otros países como España, cuyo sector financiero goza de "solidez y resistencia", según un portavoz del Ejecutivo comunitario.

"Espero que la situación se estabilice", confió el ministro luxemburgués de Exteriores, Jean Asselborn.

Desde las respectivas capitales portuguesa y española también se ha tratado de marcar distancias con Irlanda, como ha sido el caso del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, al asegurar que España no está en la misma situación que la economía celta.

Sin embargo, los deseos de los Veintisiete no parecieron encontrar reflejo en los mercados de deuda, a tenor de las subidas que experimentan hoy los bonos españoles, portugueses y griegos.

La rentabilidad de la deuda española a diez años se situaba esta tarde a niveles de julio pasado, por encima del 4,7%, mientras que los bonos portugueses aumentaban hasta el 6,5% ante los temores de los inversores de que se convierta en el siguiente país del euro en ser rescatado.

Por su parte, la deuda griega a diez años era la más castigada, al situarse su rentabilidad en el 11,6%, mientras que la rentabilidad del bono irlandés bajaba menos de lo esperado hasta el 7,87% por temor a que la petición de la ayuda financiera desemboque en elecciones anticipadas.

En Irlanda, las tensiones sociales se incrementaron después de que el Gobierno aceptara el fin de semana la ayuda de sus socios, a la que se había resistido hasta ahora para evitar la pérdida de soberanía que comporta este tipo de programas de ayuda financiera.

En este sentido, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, explicó que corresponde al Ejecutivo de Dublín decidir qué impuestos decide elevar para cumplir con el programa de ayuda multilateral que negocia en estos momentos junto a la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las autoridades europeas y el FMI se limitarán a determinar en los próximos días si las medidas diseñadas por Irlanda serán suficientes para facilitar una correcta reestructuración del sector bancario y garantizar una reducción del déficit público al 3% del PIB en 2014.

Rehn hizo esta aclaración preguntado por la insistencia de Irlanda en mantener en el 12,5% el impuesto de sociedades, considerado clave de la política económica irlandesa de los últimos años para atraer inversiones extranjeras.

A este respecto, Rehn consideró que, "después de lo que ha pasado, es evidente que Irlanda dejará de ser el país de baja fiscalidad que ha sido en la última década, para convertirse en un país de fiscalidad normal en el contexto europeo", pero evitó mencionar específicamente el impuesto de sociedades.

Por otro lado, sigue sin conocerse el volumen total a que ascenderá el rescate de Irlanda, que algunas fuentes calculan entre los 80.000 y 90.000 millones de euros, así como el calendario de desembolsos y el interés de los préstamos.

Sobre este aspecto, el comisario Rehn consideró que el programa de ayuda deberá estar aprobado antes de finales de noviembre.