En una conversación con "El País", con motivo del décimo aniversario de su llegada a la Secretaría General del PSOE, Zapatero asegura haber aprendido del error e insiste en que tomará las medidas que considere necesarias, sin importarle los efectos.
"Lo haré por encima de mis aspiraciones políticas de futuro. Y que nadie dude de que si hay que adoptar nuevas medidas, las adoptaré", agrega Zapatero, que asegura que tomó acciones impopulares como el recorte de los sueldos de los funcionarios o la congelación de las pensiones porque debe ser "responsable y ejercer de presidente en lo bueno y en lo malo".
Zapatero afirma haber pasado "ratos muy malos", principalmente "a la hora de decidir las medidas de recorte ante el shock económico", que le han dejado "alguna noche sin dormir".
Así, cuenta que pasó "en blanco" la noche del 9 al 10 de mayo en la que estuvo primero en contacto telefónico con la vicepresidenta económica, Elena Salgado, que estaba negociando en el Ecofin la reducción del déficit público, y que luego pasó la noche esperando al índice Nikkei", apostilla.
No obstante, ahora insiste en la idea de que la situación económica "es mala, pero ya no muy mala" y que quiere ser recordado como el presidente que "transformó la economía y llevó a cabo la tercera gran transición económica de la democracia".
"Quiero que esta legislatura sea la de la transformación económica. La habríamos hecho en cinco o seis años, pero ahora con la crisis estamos obligados a hacerla en un año", manifiesta Zapatero, que añade que "lo que necesitamos es confianza en nosotros mismos como país" porque "la sociedad española siempre ha dado lo mejor de sí en las situaciones de máxima dificultad".