Su objetivo es sistematizar la normativa que regula esta pesquería, que estaba diseminada entre diversas disposiciones de distinto rango normativo. Así se consigue una simplificación reglamentaria para la flota española de palangre de superficie, compuesta por 239 buques, que actúa en todos los océanos y en el mar Mediterráneo, por lo que se ve afectada por las distintas normas emanadas de las Organizaciones Regionales de Pesca.
Para ello se regula el Censo Unificado de Palangre de Superficie con la lista de buques autorizados a ejercer la pesca con este arte. También se ha unificado, en un solo texto, un conjunto de medidas técnicas derivadas de distintas normas, como el Reglamento de medidas de gestión para la explotación sostenible de los recursos pesqueros en el Mar Mediterráneo o el Reglamento de medidas técnicas de conservación de determinadas poblaciones de peces de especies altamente migratorias.
Se hace así especial hincapié en la reducción del impacto de esta pesquería sobre especies accesorias no objetivo, como tortugas o aves marinas, y se establece normativa suplementaria sobre la pesquería de tiburones, uno de los objetivos de esta flota junto al pez espada y los túnidos.
La nueva norma establece igualmente procedimientos reglados para la tramitación de resoluciones relativas a permisos temporales de pesca, cambios de zona, trasmisiones de posibilidades de pesca, sustitución de buques en el censo, acceso a las aguas de terceros países y fletamentos, incrementando la trasparencia y proporcionando seguridad jurídica a los operadores.