La facturación de la empresa entre enero y septiembre alcanzó 56.279 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,8% respecto a los 55.284 millones de euros de los nueve primeros meses del ejercicio anterior.
En concreto, las ventas aumentaron un 0,7% en la división química, un 1,2% en la unidad de materiales y un 4,8% la del negocio de hidrocarburos. Por el contrario, los ingresos descendieron un 1,1% en el negocio de productos y se mantuvieron estables en la unidad agrícola.
En el tercer trimestre del año, Basf obtuvo un beneficio neto de 1.043 millones de euros, un 4,8% menos que en el mismo periodo del año anterior, mientras que la cifra de negocio de la compañía creció un 3,3%, hasta 18.312 millones de euros.
El presidente del consejo de administración de Basf, Kurt Bock, señaló que el entorno económico siguió siendo "complicado" en el tercer trimestre, y subrayó que las tensiones geopolíticas y la creciente incertidumbre sobre la evolución de la economía global ha dañado "significativamente" la demanda de productos químicos.
En este contexto, Basf reconoce que lo logrará sus "ambiciosos objetivos financieros" marcados para el próximo de unas ventas de 80.000 millones de euros y un Ebitda de 14.000 millones de euros. Según sus datos, el Ebitda estará en 2015 entre los 10.000 y los 12.000 millones de euros.