"La integración financiera en la zona del euro se estancó el año pasado", señala la institución, atribuyendo este freno a los efectos de las diferentes perspectivas económicas de los países, las fluctuaciones en la aversión al riesgo y la incertidumbre política, mientras la política monetaria siguió apoyando esta integración.
"La unión bancaria y la unión de capitales son indudablemente las dos iniciativas centrales para catalizar la integración financiera en la UE durante los próximos años", apunta el vicepresidente del BCE, Vítor Constancio.
En este sentido, el instituto emisor considera que esta evolución subraya la importancia de completar la unión bancaria y seguir avanzando hacia una ambiciosa unión de capitales, señalando que la mejora y armonización de las reglas de insolvencia puede respaldar la integración y desarrollo de los mercados de capitales.
El BCE señala por otra parte, los limitados progresos en el desarrollo de entidades paneuropeas durante los últimos años, subrayando que el impulso de las fusiones transfronterizas entre bancos de la zona euro contribuiría a la "muy necesaria consolidación bancaria" en algunos países sin generar problemas locales de competencia.
Asimismo, la institución considera que un mayor grado de consolidación bancaria podría impulsar la integración del mercado minorista de crédito y contribuir así a la distribución de riesgos y a la resolución del problema de los préstamos improductivos.