La facturación de la compañía en este trimestre se situó en 1,9 millones de euros, lo que supone un descenso del 8,1%, frente a los 2,1 millones de euros del ejercicio anterior.
Bodegas Riojanas estima que la temporalidad de las ventas ha afectado especialmente a la cifra de negocio, circunstancia que se corregirá en el siguiente trimestre.
Además, las expectativas de ventas en los mercados internacionales permite a la compañía "ser optimistas" con los objetivos anuales.
La bodeguera ha explicado que pese al descenso coyuntural de ventas, se ha producido una contención en el nivel de gastos del ejercicio y ha destacado la progresiva disminución del nivel de endeudamiento de la compañía.