De esta forma, la compañía dar por terminada la reestructuración, que planteó inicialmente con un total de 445 despidos, si bien posteriormente redujo el número hasta 375 y finalmente ha quedado en 315 trabajadores afectados, de los cuales 117 han sido voluntarios.
"Creemos que el trabajo de presión realizado por la comisión de seguimiento y la insistencia en reorganizar y reestructurar antes que despedir y cerrar centros ha tenido sus frutos, así como la vigilancia en el cumplimiento del acuerdo. Este esfuerzo conjunto ha permitido mitigar, de algún modo, el número de afectados final por el ERE", han señalado desde UGT, que ha precisado además que la última tienda que iba a cerrar, Castellón, no ha entrado finalmente en el expediente.
Según el sindicato, las previsiones de la empresa sobre el futuro son las de intentar mejorar los resultados de ventas e incluso se estima posible que se abra alguna tienda e invierta en remodelar varias de ellas.
Desde UGT han alertado que seguirán vigilando para que la situación económica de la empresa no vuelva a afectar a los puestos de trabajo y han confiado en que el futuro de la compañía sea viable.