Según datos del Ministerio, en el caso del butano se trata de la mayor rebaja desde que en 1993 se implantó el actual sistema para el cálculo de su precio máximo y permitirá un ahorro anual de 36 euros al usuario medio, que consume unas 12 bombonas al año. El recorte de 3 euros se producirá gracias al descenso del 43,3 % del coste de la materia prima y de los fletes.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso, Sebastián ha avanzado que también habrá una "rebaja sustancial" del gas natural, gracias a la rebaja de las materias primas, en tanto que la electricidad no bajará a pesar de esta circunstancia.
En el caso de la factura de la luz, no es posible trasladar al usuario la evolución de las materias primas porque las tarifas no sólo recogen precio de la generación ordinaria, si no que también cargan con los costes generados por las energías renovables, el transporte, la distribución y la financiación del déficit de tarifa. Los precios máximos de la bombona de butano, así como las tarifas del gas y de la electricidad se revisan cada tres meses (enero, abril, julio y octubre).
Irregularidades en las eléctricas
Respecto a las presuntas irregularidades que habrían cometido las eléctricas mediante la facturación mensual de la luz, Sebastián ha recordado que su Ministerio ordenó a la CNE la apertura de un expediente informativo para esclarecer lo sucedido y ha señalado que, de comprobarse las irregularidades, serán puestas en conocimiento de las Comunidades Autónomas para que imponga las sanciones oportunas.
Sebastián ha insistido en su opinión de que la factura mensual de la electricidad es beneficiosa para el consumidor, porque le ayuda a controlar sus cuentas, y ha considerado que, si las cuotas hipotecarias y la nómina son mensuales, lo razonable es que también lo sea el recibo de la luz. El ministro ha añadido que trabajan con las asociaciones de usuarios la tramitación de una nueva normativa relativa al sistema de estimación de consumos.
Desde diciembre, las eléctricas facturan mensualmente a los usuarios, aunque la lectura de los contadores es bimestral, por lo que una de cada dos facturas se basa en estimaciones de consumos anteriores, lo que, según varias asociaciones de usuarios, ha dado lugar a cobros indebidos. CGS