El Ejecutivo comunitario ha justificado su negativa a la petición de Berlín alegando que está mejor situado para tratar el caso, teniendo en cuenta su experiencia en materia de control de concentraciones en el sector de las telecomunicaciones móviles, y que debe aplicar de forma coherente las reglas en toda la UE.
En su petición, la autoridad alemana de competencia sostenía que la adquisición de E-Plus por parte de Telefónica -operación valorada en 4.140 millones de euros-amenaza con afectar de forma significativa a la competencia en el mercado germano de telefonía móvil. Y se consideraba la entidad más apropiada para tratar el caso.
La Comisión ya lanzó una investigación en profundidad sobre este proyecto de compra el pasado 20 de diciembre por considerar que podría provocar problemas de competencia en el mercado de telefonía móvil alemán y una subida de precios.
La adquisición combinaría dos de las cuatro redes móviles en Alemania y crearía un actor de talla similar a los dos mayores operadores existentes, Deutsche Telekom y Vodafone. Bruselas teme que se elimine así una importante fuerza competitiva y que la nueva compañía fusionada no tenga los mismos incentivos para ejercer una presión competitiva importante sobre el resto de rivales.