"La actividad económica doméstica se está beneficiando de la favorable situación del mercado laboral y un sustancial aumento de los ingresos", destacó el presidente del banco central germano, Jens Weidmann, sobre las últimas proyecciones semianuales de la entidad.
En este sentido, el banquero alemán expresó su confianza en que la balanza comercial se verá impulsada por la depreciación del euro frente a las principales monedas, así como por la aceleración del crecimiento económico a nivel global.
En cuanto a la evolución de los precios, el Bundesbank considera que la inflación armonizada concluirá este año en el 0,5% y se acelerará al 1,8% en 2016 y al 2,2% en 2017.
Sin tener en cuenta el impacto de los precios del petróleo, la inflación pasará del 1,2% a finales de 2015 al 2,2% en 2017, según las nuevas proyecciones del banco central germano.
Por otro lado, la institución confía en que continúe la buena marcha del mercado laboral de Alemania, donde espera que la tasa de paro cierre el presente año en el 6,4% y baje el próximo ejercicio al 6,3%.
SUBIRÁN LOS SALARIOS.
La entidad destacó que sus nuevas proyecciones de crecimiento superan la tasa potencial del 1,2%, lo que implica que "se movilizarán las reservas del mercado laboral y los salarios subirán con fuerza a medio plazo".
Sin embargo, el Bundesbank advierte de que, a pesar de que se espera que el Gobierno continúe registrando superávit crecanos al 0,5% del PIB, "el repunte económico y el actual descenso en los costes por pago de intereses enmascaran que en general se ha adoptado una política fiscal más expansiva".
En cuanto a los riesgos, el presidente del Bundesbank apuntó al impacto potencial a la baja que se produciría en caso de registrarse una apreciación significativa del euro, mientras se prevé que los precios del petróleo sólo suban ligeramente.
Por otro lado, Jens Weidmann advirtió de los riesgos derivados de las vulnerabilidades de varias economías emergentes y de las tensiones geopolíticas.