Caja Laboral ha cerrado el primer semestre del año con un beneficio neto de 18,4 millones, un 47% menos que en el mismo periodo del pasado año, aunque la entidad espera este año repetir los resultados de 2010.
En un comunicado, ha indicado que los resultados de la entidad se han ajustado a las previsiones establecidas para el Plan de Gestión y, todo ello, en un entorno "económico complicado" y marcado por unas "menores" necesidades de inversión de las familias y empresas. A ello, se une el "creciente" niveles de morosidad.
En este escenario, la entidad ha cerrado con un beneficio antes de impuestos de 17,9 millones, un 41% menos que en los mismos meses de 2010.
El resultado después de impuestos, como consecuencia de una serie de operaciones, ha sido superior, de 18,4 millones, con una caída del 47% en comparación con el mismo semestre de 2010. No obstante, la entidad ha indicado que la previsión para final de año es repetir los resultados del pasado año.
El crédito total a clientes se eleva a 15.637 millones de euros. Por sectores, y en lo referente a financiación a las familias, la entidad ha indicado que sigue cumpliendo con su compromiso con la sociedad, "sosteniendo en 11.044 millones la inversión en Economías Domésticas", lo que supone un ligero descenso del 1,6%, "en un entorno marcado por el fuerte descenso de la demanda".
En relación a la financiación a empresas, excluido el sector de promoción inmobiliaria, ha destacado el crecimiento positivo del 1,1% en el total de crédito a la actividad económica.
VOLUMEN DE NEGOCIO.
Los depósitos de la clientela han ascendido a 18.270 millones de euros, con una ligera minoración del 1,3 por ciento. No obstante, la entidad ha destacado que, a pesar de las "fuertes presiones" que están afectando al mercado, ha logrado incrementar la captación de recursos de clientes minoristas en un 0,25%, con un crecimiento del 18% en los saldos de plazo fijo.
Por otro lado, los saldos de clientes en planes de previsión y pensiones también tienen, según la entidad, "una evolución muy destacada", alcanzando ya un +8%. Con todo ello, el volumen de negocio gestionado se eleva a 33.906 millones.
Caja Laboral ha apuntado que la tasa de morosidad sigue teniendo un "buen" comportamiento con un ratio del 4,33% entre las más bajas del sector, cuya media a abril es del 6,32%.
La entidad ha destacado que la agencia de medición de riesgos Fitch calificó la deuda a largo plazo de Caja Laboral en "A" (buena calidad) y ha subrayado, al mismo tiempo, los "razonables beneficios y su poca exposición al sector inmobiliario con respecto a la media del sector".
Según ha destacado, la calificación sitúa a Caja Laboral en un nivel de activos con una "fuerte" capacidad de pago de intereses y de principal. En términos de Core Capital, Caja Laboral presenta un ratio del 11,59%, que la sitúa "entre las primeras entidades del estado".
En este sentido, ha recordado que los nuevos requerimientos de capital de Basilea III exigen que el nivel de capital necesario (incluyendo Core Capital más los colchones anticíclicos) se sitúe en un período de 8 años en el 10,5%, cifra que Caja Laboral supera ya en la actualidad.
Asimismo, ha destacado que presenta unos niveles "holgados" de liquidez que se reflejan en un ratio de depósitos minoristas sobre créditos concedidos del 80%, "mejorando ampliamente" el índice del sector (67% a marzo). Además, ha apuntado que no debe hacer frente a vencimientos en los mercados mayoristas hasta finales del 2013.
El margen básico, que refleja los resultados del negocio recurrente (margen de intereses + rendimiento de servicios), ha descendido en un 4,2% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, "moderando la tendencia bajista que venía sufriendo favorecido por el aumento gradual de los tipos de interés, en un entorno de fuerte competencia de captación de depósitos minoristas".
Asimismo, los rendimientos por servicios han apoyado esta evolución con un crecimiento del 3,1% hasta alcanzar los 45,9 millones.
Además, ha precisado que la "estricta" política de contención de los gastos permite reducir en un 2,7% los gastos de administración, y mejorar respecto al año anterior el índice de eficiencia, que se sitúa en el 43,65%.
Según ha subrayado, esta evolución ha permitido realizar unas dotaciones en el primer semestre por 78,4 millones de euros, un 21,2% más que en 2010, "resultado de la aplicación de criterios más prudentes en la revisión de la cartera crediticia".