Los capitalistas buscan un antídoto para la crisis en Davos

POR: ZOE ARMENTEROS 28/01/2009 00:00

Dos foros mundiales con diferentes objetivos y participantes. El Foro Económico Mundial que ya presume de su récord de visitantes con más de 2.500 asistentes con figuras nuevas, que se estrenan en este escenario, como Vladimir Putin, hasta Ángela Merkel, el primer ministro chino Wen Jiabao o el ex presidente Bill Clinton.

Juntos desesperadamente para lamerse las heridas y encontrar antídotos a la mayor crisis del sistema neoliberal que vive el Capitalismo. Los analistas desconfían de la reunión al mirar la lista de los asistentes.

El recién estrenado presidente de EEUU, Barack Obama, no tiene previsto dejarse ver por Davos, aunque ha mandado a un representante y las empresas estadounidenses son las que mayor presencia tendrán con 643.

Zapatero tampoco asistirá a la exclusiva ciudad Suiza , ni siquiera las empresas ibéricas han mostrado mucho interés por participar. Apenas diez españoles estarán en la cita, algo que el Director del Centro de Desarrollo de la OCDE, Javier Santiso, calificaba de "anomalía española".

Muchos de los nombres que ahora se presentan como salvadores son los mismos que han participado en el hundimiento del Titanic financiero. Desde el próximo miércoles estos serán los vientos: Unos 40 jefes de Estado, una quincena de ministros de Finanzas, una veintena de dirigentes de bancos centrales y decenas de dirigentes empresariales, que han pagado 38.000 dólares de cuota de inscripción, reivindicarán el mismo capitalismo de libre mercado de siempre. Eso sí, con reglas de mercado más éticas, como dicen algunos, un Capitalismo más moral.

Tras bambalinas y el run run de lo que serán las discusiones salta en los periódicos la organización de fiestas, algo ya tradicional en este Foro de Davos. JP Morgan y Barclays, empresas vapuleadas por la crisis, que no han renunciado a organizar sus festines, cenas y brindis, como publica 'Financial Times'.

El riesgo de Davos, a juicio de algunos, es que los discursos brillantes de los jefes de Estados y de los empresarios salten a la realidad y se conviertan en medidas que ayuden, no solo a salir del agujero negro de la bancarrota mundial, sino a distribuir mejor las riquezas.

El intento de esta 39 edición será, una vez más, diseñar el día después de la crisis, para que el Capitalismo no sea una plusvalía gigante para unos pocos y una vida infrahumana para muchos otros.