"La escalada de la situación en Irak, Israel y el Este de Ucrania, así como la aceleración de la espiral de sanciones en Rusia han tenido un impacto negativo sobre la anterior perspectiva extremadamente optimista de los alemanes", señalan los autores de la encuesta, que en agosto había alcanzado su nivel más alto en siete años y medio. "La incertidumbre sobre la evolución económica de Alemania se ha incrementado considerablemente", añadieron.
De este modo, las expectativas de los consumidores alemanes experimentaron su mayor caída desde que comenzó a elaborase el indicador en 1980, al pasar desde los 45,9 puntos a los 10,4 enteros.
Por su parte, las expectativas de ingresos de los consumidores alemanes se moderaron ligeramente desde los niveles récord observados en el mes anterior. Así, el indicador bajó a 50,1 puntos desde los 54,7 del mes anterior.
No obstante, la voluntad de gasto de los consumidores se mantuvo firme en agosto, aunque el indicador bajó 1,7 puntos se mantuvo en un nivel muy elevado de 49,3 puntos, lo que implica una mejora de 5 puntos respecto a un año antes.