El acuerdo de libre comercio conllevará el fin de los aranceles para productos pesqueros, lo que podría causar un importante daño para el sector conservero, especialmente el que está instalado en zonas altamente dependientes, haciendo peligrar así miles de puestos de trabajo directos.
Por eso, los diputados de la Comisión de Agricultura han acordado esta declaración para "intentar frenar el acuerdo", en palabras del portavoz 'popular' de Pesca, Joaquín García, quien a través de una nota de prensa ha señalado otro punto de discrepancia con el acuerdo, como es lo referente a las diferencias en costes salariales y condiciones de trabajo en Tailandia con respecto a la UE.
"Hay muchas diferencias entre la UE y Tailandia que hacen inviable un encuentro en materia pesquera, y mientras el Gobierno español trabaja para conseguir un control efectivo y eficaz de las importaciones de pescado hacia España, para así actuar contra la pesca ilegal no declarada y no reglamentada, este aspecto no es prioritario para las autoridades tailandesas", ha lamentado el diputado.
IGUALDAD DE CONDICIONES
Por ello, en la declaración institucional se han recogido seis puntos que serán trasladados al Gobierno y también al Parlamento Europeo (PE), al Consejo Europeo y a la Comisión Europea, para que los tengan en cuenta en las negociaciones con Tailandia.
En concreto, el Congreso español pide que las conservas y preparados del atún queden excluidos de la liberalización arancelaria, y que las conservas de pescados y mariscos en general sean consideradas 'productos sensibles'.
Para garantizar la igualdad de condiciones, reclama que se incluyan en el acuerdo capítulos relativos a la "ratificación y cumplimiento efectivo de los convenios internacionales en materia social, laboral, de gobernanza y medioambiental" similares a los que deben cumplir los países que se quieran beneficiar del Sistema Generalizado de Preferencias.
En la misma línea, el Parlamento pide que se incluya en el acuerdo de libre comercio un apartado sobre medidas sanitarias y fitosanitarias, "aportando las máximas garantías de seguridad alimentaria y de fiabilidad por parte de las autoridades competentes en Tailandia", y también que la UE incremente los controles de este tipo en las conservas procedentes de países no comunitarios.
Por último, la Comisión plantea que se fijen "sólidas normas de origen preferenciales sin excepción" y que "no se permita una acumulación de origen con otros países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y países vecinos".