El consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig, pide a los empresarios catalanes que "no se asusten" ante el futuro de Cataluña tras un hipotético referéndum, y ha apostado por que haya las mínimas repercusiones sobre el tejido empresarial catalán.
En un acto organizado este jueves por la Asociación de Empresarios del Baix Llobregat y L'Hospitalet de Llobregat (AEBALL), Puig ha manifestado que Cataluña necesita "más poder político" y soberanía fiscal porque, a su juicio, no puede seguir viviendo sin el 10 por ciento de su riqueza.
Según el consejero, "buena parte de las carencias que se expresan a través de esta nueva etapa son de carácter económico y fiscal, no es una efervescencia romántica", ha dicho a los empresarios, a los que ha explicado que una Cataluña con soberanía fiscal "repercutirá en 'inputs' en sus cuentas de resultados".
CAMINO INCIERTO
Puig ha afirmado que el camino abierto por el presidente Mas es incierto y que requerirá "diálogo y negociación, primero en Cataluña y luego con la sociedad española".
Ante las preocupaciones de los empresarios, Puig ha reconocido que habrá repercusiones para las empresas pero que procurarán "que sean las mínimas posibles, pero también las hubo cuando España se integró en la Unión Europea".
PREOCUPACION EMPRESARIAL
Por su parte, el presidente de la AEBALL, Manuel Rosillo, ha explicado que entre el empresariado "hay preocupación para saber qué se quiere hacer y cuánto cuesta, porque al final recaerá sobre las espaldas de los empresarios".
Rosillo también ha alertado de la visión que se tiene en el extranjero de la situación de Cataluña porque "crea desconfianza, y no hay cosa peor para la economía que la desconfianza de los que nos dejan el dinero para seguir viviendo", ha dicho el presidente de la patronal del Baix Llobregat.