Según los datos de Comercio Exterior, que elabora el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, el valor de las importaciones de los componentes y piezas se ha situado, incluso, por encima de los automóviles y motos (10.750,1 millones de euros de los primeros por 7.867,9 millones de los segundos) y crece un 17,5%, frente al ya citado retroceso del 22,3% de los automóviles.
En el mes de septiembre, a la fuerte caída del 45,3% de las importaciones de coches y motos se une el retroceso más moderado del 6,5% de las compras de piezas y componentes.
La balanza comercial del sector automovilístico español presenta un superávit (mayor valor de las exportaciones que de las importaciones) de 3.201,3 millones de euros en el periodo citado, facilitado por este fuerte retroceso de las compras al exterior.
Este superávit en la balanza comercial sectorial es fruto de unas exportaciones en los nueve meses por valor de 21.819,3 millones de euros (8,5% más) frente a los 18.618 millones que han supuesto las importaciones (3,4% menos).
El sector automovilístico pierde peso en la balanza comercial española, ya que su valor exportador es, entre enero y septiembre de esta año el 16,2% de todas las ventas de las empresas españolas al exterior, cuando hace un año este registro estaba unos tres puntos porcentuales por encima.
Las exportaciones de automóviles y motos durante el periodo de referencia se elevaron a 14.612,8 millones de euros (3,3% más), un valor todavía al alza por el fuerte peso exportador (en torno al 85%) de la producción automovilística española.
Por su parte, las ventas al exterior de la industria de componentes y piezas, con 7.208 millones entre enero y septiembre, suponen un crecimiento más sólido del 20,7%.
En conjunto, la industria productora del automóvil arroja unas ganancias en los nueve meses de referencia de 6.774,9 millones de euros, el 67,8% más que hace un año, mientras que en las importaciones se han perdido 3.543,6 millones de euros, resultando un 11,5% mejor al de hace un año.