El déficit público se elevó al 3,82% del PIB por el esfuerzo ante la crisis

EFE 24/02/2009 10:28

El déficit de las Administraciones Públicas se debió a los saldos negativos que registraron el Estado (el 2,74% del PIB), las comunidades autónomas (1,45%) y los ayuntamientos (0,39%), que no se pudieron compensar con el superávit de la Seguridad Social, que fue del 0,76% del PIB.

Según explicó en rueda de prensa el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, el Gobierno ha puesto "todos los instrumentos a su alcance" para afrontar la crisis, lo que ha supuesto un esfuerzo fiscal "sin precedentes" que ha llevado a estas cifras.

Ocaña aseguró que del total del déficit, 1,8 puntos se deben al esfuerzo fiscal hecho desde la Administración central para afrontar el deterioro de la economía.

También admitió que la reducción del saldo positivo de la Seguridad Social se debió al mayor gasto en prestaciones por desempleo, aunque recordó que este gasto se financia desde el Estado y no detrae del pago futuro de las pensiones.

Junto a las medidas anticíclicas, el aumento del déficit se debió a los menores ingresos que ha provocado la crisis.

Así, según los datos de Economía, los ingresos no financieros del Estado cayeron el 18,2 por ciento.

Los ingresos por IRPF sólo descendieron el 1,8 por ciento a pesar de medidas como la reducción impositiva de 400 euros, la reforma fiscal de 2007 o la actualización de mínimos y tarifas.

El Impuesto de Sociedades, por el contrario, recaudó el 39,1 por ciento menos, debido al deterioro de la actividad económica, y el IVA, que refleja en buena medida la evolución del consumo, tuvo un 14 por ciento menos de ingresos.

Pese al deterioro de las cuentas públicas, Carlos Ocaña señaló que la situación se puede afrontar con "cierta comodidad" debido a que la deuda pública española se situó en el 39,4 por ciento del PIB, muy por debajo del resto de los países de la zona euro, con una media del 68,7 por ciento.

Los superávit logrados en años precedentes, aseguró, permitieron reducir la deuda pública española.

Esto supone ahora que aunque se incurra en déficit durante algunos ejercicios la situación es "sostenible" para las cuentas públicas, porque los saldos negativos serán "coyunturales" y provocados por la crisis.

El déficit, continuó, "no amenaza la sostenibilidad de las cuentas públicas", aunque hay que tomarlo como "una llamada de atención" y se debe reconducir en un tiempo "relativamente corto".

Ocaña señaló además que el déficit registrado en 2008 tiene un componente importante de "política económica discrecional", la política contracíclica con la que el Gobierno ha tratado de dar respuesta a la crisis.

Tras subrayar que ha sido el Estado -con un déficit del 2,74 por ciento del PIB- el que mayor esfuerzo ha hecho contra la crisis, Ocaña advirtió de que ahora el margen fiscal para nuevas medidas es "muy escaso" y "ya ha sido usado".

No obstante, el secretario de Estado señaló que aún se pueden hacer cosas en materia de política económica, como reasignaciones de gasto o impulsando las reformas estructurales.

Al detallar las cuentas públicas, Ocaña también señaló que el déficit de 1,45 por ciento registrado por el conjunto de las comunidades autónomas se ha repartido de forma muy heterogénea. En junio se conocerá el desglose de este déficit.

En el caso de los Ayuntamientos, explicó que de los 8.000 consistorios que hay en España la mayoría no incurrieron en déficit y sólo "un grupo muy pequeño" son responsables de la mayor parte del saldo negativo.

Mientras, la Seguridad Social redujo su superávit al 0,76 por ciento del PIB debido al fuerte aumento del gasto para las prestaciones por desempleo.

Así, el Servicio Público de Empleo Estatal registró un déficit de 5.489 millones de euros, frente al saldo negativo de 388 millones registrado en 2007.