Fainé cree que la reestructuración de las cajas ha sido "ejemplar" pese a una coyuntura "muy convulsa"

EUROPA PRESS 23/10/2011 12:01

El presidente de La Caixa, Isidro Fainé, ha reivindicado el proceso de reestructuración de las cajas de ahorros españolas, al asegurar que han cumplido con las exigencias de capital de forma "ejemplar", más aún en una coyuntura económica "muy convulsa" por el elevado paro y las tensiones de liquidez en los mercados.

"Las cajas estarán sin duda mejor preparadas para afrontar los retos del sector manteniendo su razón de ser", afirma el presidente de La Caixa en una entrevista publicada en la revista Bolsa y Mercados Españoles (BME) correspondiente al tercer trimestre y recogida por Europa Press.

A pesar de admitir que algunas cajas han cambiado su formato tras el proceso de reestructuración finalizado el pasado 30 de septiembre, Fainé defiende el modelo social de las cajas: "Las cajas no desaparecen en ningún caso", sentencia.

Y precisamente el también presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) valora la conversión de la caja catalana en Caixabank, porque le permitirá adaptarse a los cambios en el mercado de forma "ágil" y estudiar las "oportunidades de crecimiento" que se presenten.

"Caixabank garantiza la continuidad de La Caixa y de su modelo institucional", subraya, para más tarde garantizar el "espíritu social" de la Fundación La Caixa dentro de Caixabank: "Hasta el infinito", zanja.

Para Fainé, la nueva entidad liderada por La Caixa cuenta con un "importante" potencial de crecimiento a medio plazo y confía en que llegue a ser un "valor atractivo" para los accionistas minoritarios.

COMPARTIR RESPONSABILIDADES POR LA CRISIS.

En cuanto a los responsables de la crisis financiera, Fainé se inclina por repartir la responsabilidad: "Todos debemos asumir nuestra responsabilidad", para después defender el sistema financiero español por ser uno de los "más serios".

El presidente de La Caixa reafirma además la previsión de que el PIB cierre este año con un crecimiento del 0,8%, a pesar de las dudas derivadas por la crisis de deuda pública, y argumenta: "Vamos más lentos porque llegamos más tarde".