El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que la economía italiana inicie una "modesta recuperación" a finales de 2013, pero advierte de que los riesgos siguen siendo a la baja, por lo que instó a las autoridades a "mantener el impulso de las reformas para sostener una recuperación robusta".
Según recoge en el informe de la economía italiana correspondiente al Artículo IV del Fondo, los directores ejecutivos celebran los "importantes" pasos dados por las autoridades para asegurar la sostenibilidad fiscal e implementar reformas estructurales.
Aunque reconocen que la economía está mostrando signos de estabilización, advierten de que el desempleo es "todavía alto" y el crecimiento sigue tendiendo a la baja. "En este contexto, los directores subrayaron la necesidad de mantener el impulso de las reformas para sostener una recuperación sostenida".
El FMI prevé que el PIB de Italia caíga un 1,8% este año, para después crecer un 0,7% en 2014, apoyado por las exportaciones netas. Además, apunta que tras los fuertes descensos de los años anteriores, la demanda doméstica se recuperará lentamente, lastrada por la escasez de crédito.
En este sentido, incide en que ante la ausencia de más reformas estructurales, el crecimiento a medio plazo de la economía italiana seguirá siendo bajo. Las causas de esta situación son previas a la crisis e incluyen una productividad estancada, un difícil entorno empresarial, un sector público endeudado o un ineficiente sistema judicial.
Asimismo, prevé que el déficit público repunte al 3,2% en 2013, en comparación con el 2,9% de 2012, cifra que le permitió salir del procedimiento de déficit excesivo aplicado por la Unión Europea a aquellos países en los que supere el 3%. Sin embargo, en 2014 volverá a descender hasta el 2,1%.
NUEVAS MEDIDAS.
En este contexto, los directores ejecutivos instaron a los autoridades a proteger los avances logrados con la consolidación fiscal llevada a cabo hasta ahora, para lo cual reclamaron medidas que compensen la pérdida de ingresos derivada de la derogación de la propuesta de un impuesto a la primera residencia.
En esta línea, apoyaron reequilibrar el ajuste fiscal para fomentar el crecimiento, recortando gastos y ampliando base fiscal para reducir los impuestos al capital y el empleo. Además, instaron al Ejecutivo italiano a intensificar los esfuerzos en la luchar contra la evasión fiscal.
Asimismo, también celebraron las medidas adoptadas en materia laboral y de crecimiento el pasado verano, pero incidieron en que son necesarias nuevas reformas para impulsar la productividad y elevar la tasa de empleo, especialmente entre los jóvenes y las mujeres.
En concreto, reclamaron a las autoridades que mejoren las políticas activas del mercado laboral, simplifiquen contratos, descentralicen la fijación de salarios y reduzcan los impuestos al empleo. Además, aseguraron que reformas "claves" en el sistema judicial ayudarían a mejorar el entorno empresarial.
Por otra parte, los directores ejecutivos del FMI también resaltaron que las reformas deben ser completadas con "medidas" a nivel europeo para fortalecer la unión monetaria.