Así lo ratificó el titular del Departamento, Íñigo de la Serna, quien detalló que Seittsa, sociedad dependiente de su Ministerio, se está ya preparando para cuando tenga que quedarse con alguna autopista y abordar su posterior licitación.
En caso de que Fomento saque a concurso estas vías, podría obtener así recursos para atender la responsabilidad patrimonial de la administración (RPA) que afrontaría con su rescate, que no afectaría así a las arcas públicas.
Se trata del importe que debe abonar a los actuales concesionarios de las vías por la inversión que realizaron en su construcción, una 'factura' inferior a los 3.000 millones de euros, según el ministro, pero que el sector eleva hasta los 5.000 millones.
Por el momento, el ministro considera una "buena noticia" el hecho de que los tribunales estén suspendiendo o dejando en suspenso los procesos de liquidación a los que ya han llegado alguna de las ocho autopistas quebradas. "Nos da más margen para maniobrar y prepararnos para si hay que quedárselas", indicó durante su intervención en el 'Ágora' de 'El Economista'.
Tras confirmar que las negociaciones que mantuvo con los acreedores de las vías, en su mayor parte 'fondos buitre', sobre el plan de rescate planteado en 2014 para estas infraestructuras concluyeron sin acuerdo, destacó que las autopistas actualmente presentan una situación distinta.
"Son viables si no se considera su 'mochila', arrojan un beneficio bruto de explotación (Ebitda) positivo y alguna de ellas presenta aumento de tráficos mensuales de casi el 20%", destacó.