A pesar de que las ventas se redujeron un 7,7% y alcanzaron los 4.125 millones, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se elevó en un 4,8%, hasta 265 millones. Mientras, el resultado operativo descendió un 11,8%, hasta 148 millones.
La deuda neta, incluyendo un préstamo a Sinopec, ascendió a 1.456 millones, un 57,2% más. Por su parte, las inversiones alcanzaron los 197 millones de euros, lo que supone una subida del 4,2%.
Por sectores, la compañía registró un crecimiento del 13,8% en el Ebitda de su unidad de exploración y producción, un descenso del 37,5% del beneficio antes de impuestos de su sección de refinería y marketing y un aumento del 16,7% del Ebitda de su sección de gas y electricidad.