En el nuevo texto se amplía a doce meses el plazo para la identificación de los animales, frente a los seis meses desde el nacimiento, que contemplaba la normativa hasta ahora vigente, plazo que venía ocasionando disfuncionalidades en los animales de razas puras.
También se clarifican las responsabilidades de las distintas autoridades competentes en materia de identificación, así como de los titulares de los animales, a la vez que se simplifica la vía para actualizar los datos identificativos de los équidos registrados.
La nueva norma contempla la función de las entidades de recogida de équidos abandonados y clarifica el régimen de responsabilidad civil aplicable a los mismos.