En sintonía con el menor crecimiento, el Gobierno anunció un recorte de 21.600 millones de reales (unos 9.600 millones de dólares) en el presupuesto fiscal de este año.
Este recorte fue menor de lo que se había previsto en enero, cuando el Gobierno bloqueó de forma preventiva unos 16.000 millones de dólares, mientras analizaba la profundidad de la crisis, explicó el ministro de Planificación y Presupuesto, Paulo Bernardo Silva, en una rueda de prensa.
"Estamos haciendo una readecuación. En enero no teníamos claro qué iba a pasar con los ingresos. Era un cálculo prudente, conservador. Ahora estamos ajustando esa cuenta", afirmó el ministro.
Como consecuencia de la crisis, el PIB brasileño cayó el 3,6% en el cuarto trimestre del año pasado en comparación con el tercero.
Silva reconoció que el recorte presupuestario afectará a algunas inversiones públicas, pero garantizó que se mantendrá intacto el principal programa de construcción de infraestructuras del país, que canaliza las principales políticas de desarrollo impulsado por el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
También se revisó a la baja la recaudación de impuestos y el ahorro de las diferentes administraciones públicas destinado al pago de los intereses de la deuda externa.
"La recaudación ha caído de forma preocupante en los últimos meses", explicó Silva, recordando las cifras divulgadas hoy por el Ministerio de Hacienda, que registró una caída del 11,53% de la recaudación en febrero, en términos interanuales.
Según los nuevos cálculos, el Gobierno recaudará este año 48.000 millones de reales menos de lo esperado (unos 21.333 millones de dólares).
El recorte de presupuesto estará acompañado de otras medidas de ahorro, como el retraso sin fecha de las concursos públicos que estaban previstos para los próximos meses, con el objetivo de ahorrar 1.000 millones de reales en gastos de personal.
El Gobierno mantuvo la meta de superávit primario, el ahorro que utiliza para pagar los intereses de la deuda externa, en el 3,8% del PIB, aunque este porcentaje supondrá una reducción de 22.900 millones de reales (unos 10.177 millones de dólares) en términos reales.