Las desinversiones afectan a activos y a países no estratégicos, y tienen como objetivo seguir manteniendo tanto la fortaleza financiera del grupo como la solidez de su balance.
Si se toma como punto de partida el año 2009, las desinversiones realizadas por Iberdrola suman ya casi 4.000 millones de euros, de los que el 90% se ha producido fuera de España.
El grueso de las operaciones cerradas en los últimos seis años se ha llevado a cabo en otros países de Europa, el 38% del total, mientras que las culminadas en Estados Unidos supusieron el 32% y en Latinoamérica, el 20% restante.
En cuanto a las desinversiones realizadas en lo que va de año, la más reciente se anunció la semana pasada y consistió en la venta de su 25% en Bahía Bizkaia Electricidad (BBE) a BP Global Investments, propietaria hasta el momento del 50% de la sociedad, por unos 111 millones.
En junio, Iberdrola y Toshiba culminaron además el acuerdo de compraventa del 50% que tenía la compañía española en la sociedad NuGen, que desarrolla el proyecto nuclear Moorside (Reino Unido), de hasta 3.600 megavatios (MW).
En febrero, la compañía vendió al 'holding' brasileño Neoenergia, del que posee el 39% del capital, el 22,6% de la sociedad Itapebi Geraçao de Energia, S.A., propietaria de la central hidroeléctrica de Itapebí, de 462 MW.
También ese mes, la compañía notificó su salida del capital de Energias de Portugal (EDP), en el que mantenía un 6,6%, mediante varias operaciones, consistentes en ventas en el mercado (1,78%), firma de derivados con vencimiento en mayo de este año (2,9%) y colocación del 1,98% entre inversores cualificados e institucionales encargada a UBS.