En concreto, la compañía ha explicado que el panel de la carcasa situado detrás de la puerta en la parte superior se puede despegar o soltar, lo que ocasiona un posible riesgo al entrar en contacto con la corriente eléctrica, y para resolverlo es necesaria una visita a domicilio por parte del servicio técnico.
De esta forma, Ikea solicita a sus clientes que tengan productos Frostfri fabricados en las semanas señaladas, que los desenchufen inmediatamente y se pongan en contacto con el servicio de atención al cliente para establecer una cita gratuita con el servicio técnico.
Por otro lado, la multinacionl sueca ha confirmado que no ha recibido informes sobre ninguna persona que haya sufrido descargas eléctricas, pero prefieren retirar el producto para no poner en riesgo la seguridad de los clientes.