De este modo, el dato interanual de inflación, que excluye la evolución de los precios de los alimentos frescos por su excesiva volatilidad, se aceleró una décima respecto al incremento registrado en julio y avanza hacia el objetivo del 2% marcado por las políticas expansivas del Gobierno de Shinzo Abe.
No obstante, la subida de los precios no ha venido acompañada de una subida de los ingresos de las familias niponas, ya que los salarios sin contar primas y horas extras sufrieron en julio un retroceso del 0,4% y acumulan 14 meses a la baja, lo que menoscaba la confianza de los consumidores, que en agosto volvió a caer por tercer mes consecutivo.
De este modo, el Gobierno japonés aún debe confirmar sus planes de subir el IVA el próximo año hasta el 8% en abril, desde el actual 5%, y hasta el 10% en octubre de 2014.