El Instituto Juan de Mariana ve posible que la recuperación económica sea más intensa si no se cometen errores

EUROPA PRESS 19/12/2016 11:15

Según el análisis del Instituto Juan de Mariana, elaborado junto con UFM Market Trends, el responsable de coyuntura económica del Instituto, el economista Ángel Martín Oro, concluye que los diferentes indicadores muestran el "dinamismo" de la economía española y pese a una ligera desaceleración en el tercer trimestre, el crecimiento se mantiene por encima del 3% y parece estar acelerándose en el último trimestre del año.

También se puede apreciar, añade el estudio, en la creación de empleo o en las entradas de inversión extranjera directa y los préstamos del exterior a las empresas españolas. De esta manera, a juicio de Marín Oro, se evidencia el aumento en la confianza de los agentes económicos internacionales sobre la economía española, que se extiende a los nacionales, como indica el repunte en el indicador de clima económico.

"El fin de la elevada incertidumbre política podría hacer que decisiones de inversión que estaban en un punto muerto podrían acometerse a partir de ahora, lo que podría impulsar sectores como el inmobiliario", subraya el estudio, que destaca también que estos "buenos" datos se dan además con un superávit sostenido por cuenta corriente.

Como dato "negativo", el Instituto Juan de Mariana alerta del "elevado" déficit público, cuya corrección "no se vislumbra". Así, indica que los datos del conjunto de las Administraciones Públicas constatan que, pese al crecimiento económico, la recaudación apenas varía en términos interanuales, mientras que los gastos sí crecen.

Como conclusión, apunta que los datos invitan al "optimismo" y muestran una "modesta" aceleración del crecimiento de la actividad y el empleo en el cuarto trimestre del año, favorecida por el aumento de la confianza.

No obstante, indica que de cara a los próximos años, en el entorno global preocupa la "amenaza populista y proteccionista" de algunos países desarrollados, mientras que en el entorno nacional, el "enquistado problema" de las finanzas públicas y el endeudamiento con el exterior representan las principales fuentes de "fragilidad" de la economía española.