Además, el máximo responsable de la CECA ha considerado que la situación de Caja Madrid se ha convertido en el caso de "intervencionismo público más descarado que he vivido en los 26 años de experiencia en el sector".
La Asamblea General de Caja Madrid rechazó este lunes, con más de la mitad de los votos en contra, el nuevo proyecto de estatutos de la entidad adaptado a la normativa de cajas regional que aprobó el Gobierno de Esperanza Aguirre el pasado diciembre. Tras la negativa, la presidenta regional, Esperanza Aguirre, aseguró que las leyes son la "expresión de la voluntad general de los representantes elegidos por los ciudadanos".
Así, Aguirre se encargó de recordar que los nuevos estatutos de la entidad bancaria fueron aprobados por 113 de los 120 diputados regionales y que "acatar las leyes es algo fundamental en un Estado de Derecho". Por eso, la Comunidad de Madrid promulgará los estatutos y el reglamento electoral de Caja Madrid en el plazo de un mes, aunque la caja todavía confía en que su decisión sea "respetada por todos, sin imposiciones por parte de nadie".
Los defensores de la postura de Esperanza Aguirre consideran, sin embargo, que la reunión y el rechazo a los nuevos estatutos ha supuesto un "acto de rebeldía inconcebible y sin precedentes" en una entidad privada contra una ley de cajas aprobada por un Gobierno "que han elegido los madrileños". Estos defienden que la nueva normativa es plenamente homologable a todas las demás leyes autonómicas, que "son constitucionales" y denuncian que Miguel Blesa, presidente de la entidad, lo único que busca es "perpetuarse en el cargo".
En contra de esta postura se mantienen CCOO, IU, el PSOE y el PP del Ayuntamiento de Madrid, que han venido mostrando su firme rechazo a lo que califican de "anticonstitucional, ilegal e innecesario" y han dejado abierta la puerta a presentar recursos contra la modificación de los estatutos, como ya ha hecho el Gobierno de Ruiz Gallardón.
Al respecto de los enfrentamientos y de la polémica surgida en torno a la situación de la entidad financiera, el vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, ha considerado que es "lamentable" poner a la entidad en el terreno del debate político permanente, especialmente en una situación de crisis como la actual.
En ese sentido, Quintás opina que "no es que sea lamentable, es que es esperpéntico" y ha asegurado que aseguró que el Consejo de Administración de la CECA ha pedido a todas las fuerzas políticas que "recapaciten".
Por su parte, Miguel Blesa ha asegurado que "siempre" agradece el apoyo prestado a la entidad por parte de la CECA, pero ha eludido hacer declaraciones sobre el conflicto en el seno de la caja, por considerar que el terreno de juego ya está "suficientemente embarrado".
MV