En un comunicado, la entidad financiera ha destacado que "solo una semana después" de la designación de Javier García Lurueña como consejero delegado (CEO), Kutxabank "ha actuado con agilidad" y ha constituido y puesto en marcha el máximo órgano de coordinación directiva del banco.
El comité de dirección ha quedado compuesto por el presidente, Gregorio Villalabeitia, el consejero delegado, Javier García Lurueña, Joseba Barrena el responsable de la dirección Corporativa Financiera y de Grupo, Joseba Barrena, de la Dirección Corporativa de Medios, Fernando Martínez Jorcano, de la de Negocio Mayorista, Fernando Irigoyen, el de la dirección del Negocio Minorista, Eduardo Ruiz de Gordejuela, la de Participadas, Alicia Vivanco, la de Asesoría Jurídica y Gabinete de Presidencia, Irantzu Irastorza el director de Riesgos, Alfonso Martínez.
El comité estará asistido por un secretario técnico, no miembro, y la frecuencia de sus reuniones será semanal o quincenal, "en función del momento y de las necesidades operativas y estratégicas".
El banco vasco ha manifestado su convicción de que el comité de dirección "tiene un carácter integrador", ya que delega en este órgano "todas las funciones hasta ahora desempeñadas por diversos comités de negocio y control".
"La alta dirección del Grupo financiero pretende, de esta forma, un aprovechamiento máximo de sinergias, una planificación homogénea y eficaz y una unificación de la interlocución con la organización", ha dicho.
La misión principal del comité de dirección será la de asesorar a los órganos de Gobierno "en todos los aspectos estratégicos, riesgos, administrativos, operativos, funcionales y de gestión de la entidad".
Entre sus funciones, destacan las de garantizar el cumplimiento de las políticas, planes y procedimientos establecidos por los órganos de Gobierno, formular y desarrollar estrategias y presupuestos de la institución y realizar el seguimiento de los planes de negocio y estrategia.
Será, además, el órgano encargado de aprobar "los temas más relevantes" que guarden relación con la administración, el seguimiento y control de dichos planes y sus resultados, así como de adoptar "un control efectivo y las acciones necesarias" que permitan a las distintas direcciones generales y divisiones de la entidad alcanzar el logro de sus objetivos, indicadores y metas de crecimiento establecidos.