El acuerdo se alcanzó tras duras negociaciones entre los que daban prioridad a la regulación del sistema financiero internacional y los que abogaban por estímulos fiscales para impulsar la economía.
Brown ha señalado que hoy es "el día que el mundo se unió, no con palabras, sino con un plan de recuperación y un claro calendario", pese a la división con la que había arrancado aunque ha matizado que los jefes de Estado del G20 se volverán a reunir de nuevo este año, puede que en China o en Australia.
Las diversas versiones del documento coinciden en que también habrá una regulación más estricta de los bancos y de los bonos que perciben los directivos de las entidades.
Al rescate de las naciones emergentes
El FMI recibirá unos 500.000 millones de dólares, que se suman a los 250.000 millones ya comprometidos por el G-20, recursos que irán destinados a rescatar a naciones emergentes con problemas financieros.
En cuanto a los paraísos fiscales, el G-20 se dispone a acordar sanciones para los países que no suscriban las normas de transparencia de la OCDE destinadas a luchar contra el lavado de dinero y la evasión fiscal, aunque está por determinar si habrá una "lista negra" de países que no cumplen con la normativa.
Ayudas al comercio
Según la BBC, hay también un pacto para destinar 150.000 millones de dólares para ayudas al comercio, algo que entraba dentro de lo previsto. La ayuda permitirá aliviar los problemas del comercio mundial, que ha disminuido por primera vez en un cuarto de siglo.
Parece haber también acuerdo para que se supervise a los 'hedge funds' (fondos de riesgo) por primera vez y reforzar la regulación del sistema financiero mediante una nueva agencia y un FMI reforzado. RSO