El principal indicador de la bolsa española, el Ibex-35, cedió 148,60 puntos, el 1,84 por ciento, hasta 7.927,60 puntos. En la semana sube el 2,82 por ciento, mientras que las pérdidas anuales aumentan hasta el 13,79 por ciento.
En Europa, con el euro a 1,328 dólares, París cayó el 1,78 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 1,77 por ciento; Fráncfort, el 1,31 por ciento; Milán, el 0,85 por ciento, y Londres, el 0,67 por ciento.
La subida del 2,25 por ciento de Wall Street en la sesión anterior no impidió que la bolsa española empezara la negociación bursátil con pequeñas pérdidas.
Mientras el estancamiento del IPC japonés en enero alertaba de los riesgos de deflación en este país, el mercado nacional copiaba la evolución de algunas plazas europeas.
Así, a pesar de la caída del 1,1 por ciento del PIB francés en el cuarto trimestre la bolsa escapaba de las pérdidas e intentaba el asalto a 8.100 puntos.
Sin embargo, duró poco por encima de ese nivel, perjudicada por el sector financiero y la publicación de estadísticas económicas desfavorables.
Entre estas destacaron las previsiones de la OCDE, que espera una caída del 4,2 por ciento de la economía de los países de la organización este año; la caída del 1,6 por ciento del PIB británico en el cuarto trimestre del año pasado, y el retroceso del 3,4 por ciento de los pedidos industriales en la zona euro en enero.
Las malas noticias del sector financiero -UBS podría rebajar sus estimaciones de resultados; Commerzbank, que perdió 6.000 millones el año pasado, dijo que poseía activos tóxicos por valor de 50.000 millones, y Monte Paschi di Siena pidió ayuda al estado italiano- llevaron a la bolsa al nivel de 8.000 puntos.
La apertura a la baja de Wall Street, en torno al 1,5 por ciento, perjudicada por la recogida de beneficios y por la caída del 0,2 por ciento el mes pasado de los ingresos y gastos personales en los Estados Unidos, determinó que el mercado nacional perdiera la cota de 8.000 puntos.
A pesar de la mejora de la confianza del consumidor estadounidense en marzo, el mantenimiento de las pérdidas del mercado neoyorquino acercó a la bolsa española hasta 7.900 puntos, con un descenso próximo al 2 por ciento.
La caída del petróleo Brent a menos de 52 dólares iba pareja a la depreciación del euro, que perdía tres céntimos y se cambiaba al cierre por debajo de 1,33 dólares.
Todos los grandes valores bajaron: Iberdrola, el 3,55 por ciento; BBVA, el 3,36 por ciento; Banco Santander, el 3,26 por ciento; Telefónica, el 1,64 por ciento, y Repsol, el 1,14 por ciento.
Abengoa (BME) encabezó las pérdidas del Ibex con un retroceso del 6,13 por ciento, seguida de Endesa, que bajó el 4,36 por ciento, en tanto que Iberia cayó el 4,09 por ciento afectada por las pérdidas de Air France, seguida de Iberdrola, BBVA y Banco Santander.
El primer puesto por ganancias del Ibex, en el que sólo subieron seis empresas, correspondió a Mapfre, que subió el 2,41 por ciento, en tanto que Inditex subió el 1,88 por ciento; Grifols, el 1,87 por ciento; Indra, el 0,82 por ciento; Telecinco, el 0,8 por ciento, y Técnicas Reunidas, el 0,04 por ciento.
En el mercado continuo destacó la caída del 16,27 por ciento de los derechos de la ampliación de Gas Natural, mientras que Solaria presidió las ganancias con un alza del 24,83 por ciento, animada por las subvenciones que dispondrá China para la energía solar.
La rentabilidad de la deuda española a largo plazo bajaba tres centésimas, hasta el 4,03 por ciento, mientras que el efectivo negociado en el mercado continuo bajó a 1.988 millones, de los que algo más de 250 procedieron de operaciones efectuadas por los inversores institucionales.